El Informe sobre el Futuro del Empleo 2023 del Foro Económico Mundial nos explica el futuro panorama del mercado laboral que se nos viene encima y las competencias que serán más demandadas en los siguientes años.
Según el informe, el pensamiento crítico y el análisis, la creatividad, la gestión de personas, la resolución de problemas complejos y la inteligencia emocional se convertirán en las cinco competencias más buscadas por los empleadores.
Se estima que alrededor del 50% de las competencias de los trabajadores se verán alteradas en los próximos cinco años. Según los informes, las capacidades cognitivas son las que están creciendo en importancia con mayor rapidez, lo que refleja la creciente importancia de la resolución de problemas complejos en el lugar de trabajo.
Seis de cada diez trabajadores necesitarán formación antes de 2027. La mayor prioridad para la formación en competencias entre 2023 y 2027 es el pensamiento analítico, que representará el 10% de las iniciativas de formación
También dice, y esto es importante, que a medida que la automatización siga reconfigurando el mercado laboral, la creatividad se convertirá en una de las habilidades más valoradas. Y esto es poque la creatividad impulsa la innovación y la resolución de problemas, lo que permite a las personas y a las organizaciones seguir siendo competitivas.
Según un informe de McKinsey & Company, las empresas que obtienen mejores resultados en innovación tienen más probabilidades de generar un mayor rendimiento financiero. Las organizaciones aprovechan la creatividad para superar retos y aprovechar nuevas oportunidades.
Mires por dónde mires, el panorama es el mismo.
He de decir que durante los últimos 10 años que he impartido formación en estrategia a empresas, la parte analítica encajaba muy bien, y sobre todo las herramientas que utilizaban en McKinsey: IDEAL, matriz de nueve cajas, McKinsey 7S o todo lo que sonara a esta consultora, como el MECE (Mutually Exclusive y Collectively Exhaustive), Minto, etc.
Querían herramientas y metodologías y estaban encantadas de recibir formación sobre esto. No obstante, la parte de creatividad les chirriaba un poco. Toda la parte del Design Thinking o pensamiento abductivo la veían como algo para los diseñadores. Muy interesante, pero ellos querían datos y herramientas para explotarlos y predecir el futuro.
Afortunadamente, esto ha cambiado en los últimos años. El padre de la consultoría estratégica, Bruce Henderson, fundador de BCG ,estableció una metodología para este tipo de consultoría y sentó las bases para su crecimiento. No obstante, se ha demostrado en reiteradas ocasiones que este estilo de consultoría no es suficiente para formular una buena estrategia. Es necesario apuntalarla con otra habilidad: la creatividad.
Personalmente, tanto cuando imparto formación, como cuando actúo como asesor de estrategia, siempre busco dar más importancia a los principios que a los métodos. Y es por una simple razón: quién comprende los principios puede seleccionar con éxito los métodos que va a usar, modificarlos o, incluso, crear uno nuevo. Es capaz de librarse de las modas del momento porque han afinado su criterio. Cuando enseñas métodos, enseñas el cómo. Cuando enseñas principios, enseñas el porqué.
No hay métodos universales. No todas las herramientas de análisis o formulación estratégica sirven para todos los negocios. Esto que parece una obviedad, es algo con lo que muchas empresas tropiezan constantemente.
Y al final, se cumple una maldición.
Quienes prueba métodos, ignorando los principios, tienen garantizados los problemas.