¿Qué puedes aprender de Musk para tu estrategia?
Mucho.
Hay una constante que se repite en su trayectoria profesional. Es su enfoque hacia la innovación y diferenciación y, para esto, ha aplicado de manera consistente el razonamiento basado en los primeros principios, una metodología que descompone problemas complejos en sus elementos más fundamentales.
Ya apuntaba maneras en 2002, cuando realizó un viaje a Moscú con el objetivo de comprar cohetes Dnepr. Era ya su segundo intento de comprar cohetes, pero no le convenció.
Aunque el precio de los Dnepr rusos de segunda mano (8 millones de dólares) era más bajo que los 65 millones que le pedían en EEUU por uno nuevo, le seguía pareciendo caro, con lo que descartó la idea
En el vuelo de vuelta, reflexionando sobre los costes de construir un cohete, se dio cuenta de que solo el 3% del precio correspondía a los materiales.
No estaba dispuesto a pagar esas cantidades, así que, aplicando un modelo mental llamado razonar desde el primer principio, decidió que, en lugar de comprar o fijarse en otros cohetes para construir los suyos (trabajar por analogía) lo harían partiendo desde las bases, desde los fundamentos más absolutos, desde los primeros principios de la aeronáutica.
Un primer principio es una idea básica, fundamental, que no necesita explicación y no puede ser deducida desde otra idea.
El Falcon 1, su primer cohete, se construyó solo con los componentes imprescindibles, fue diseñado para ser reutilizable y minimizar el coste por lanzamiento y fue el primero en usar combustible líquido, sobre una familia de motores (Merlin) 100% original y eficiente.
Eso ha permitido que ahora, casi veinte años después de aquel viaje a Moscú, esté lanzando satélites por lotes, hasta llegar a los más de doce mil que garanticen la cobertura hasta en los puntos más remotos del planeta.
Si no hubiera reflexionado sobre los fundamentos, si no hubiera rebobinado sobre lo que se conocía hasta el momento, si no hubiera razonado desde el primer principio, jamás se habría podido reducir los costes para hacer viable su idea.
El "plan maestro secreto" de Elon Musk, que hizo despegar a Tesla en primer lugar (y que prácticamente inventó la categoría de coche eléctrico) es una de las estrategias más elegantes del mundo empresarial y ahora, nos ha dado otra clase magistral, esta vez en forma de su nuevo y controvertido vehículo, el Cybertruck.
Este plan maestro tenía cuatro fases clave
Crear un coche deportivo de alta gama y bajo volumen de producción:
Usar los ingresos para desarrollar un coche eléctrico más asequible:
Utilizar esos ingresos para crear un coche aún más asequible:
Proporcionar energía solar:
Y no solo transformó a Tesla en un líder de la industria del automóvil, sino que también influyó significativamente en la percepción y adopción global de los vehículos eléctricos, demostrando que la movilidad sostenible es viable y deseable.
Y ahora, el recién lanzado Cybertruck, con su diseño angular y su carrocería de acero inoxidable, se aleja radicalmente del diseño convencional de las camionetas. Es el símbolo de la ambición de Tesla por reescribir las reglas y ampliar los límites de lo que es posible en el espacio de los vehículos eléctricos.
Esta forma de razonamiento es fundamental para el pensamiento estratégico.
Piénsalo así:
La mayoría de los coches (y, de hecho, cualquier otro tipo de producto o servicio que se te ocurra) son idénticos en un 95%. La innovación y la diferenciación tienen lugar en el 5% restante, pero en todo lo que viene "antes" de eso, están alineados.
Misma estructura básica
Mismos materiales
Misma estética
Ahora bien, la razón por la que ocurre esto, es porque creemos que el 95% de las características "acordadas" son así , simplemente, porque deben serlo. No son negociables. No pensamos en cambiarlas porque tal cambio sería estúpido, o imposible.
Pero, esto es mentira.
La verdad es que la mayoría de nuestras suposiciones sobre cómo "deben ser" las cosas en una categoría determinada son sólo eso: suposiciones. Y basadas solo en lo que ha ocurrido antes, unido a nuestra propia falta de imaginación.
Si observásemos de nuevo y abordásemos la categoría desde los primeros principios, descubriríamos que las características "bloqueadas" de una categoría no están fijadas al 95%. Son, más bien, fijas en torno a un 50%.
El margen de maniobra para el cambio es MUCHO mayor de lo que pensamos.
Y el Cybertruck es un ejemplo de ello.
Un ejemplo es el material del que está hecho el coche: acero inoxidable. Esto requiere un método de construcción totalmente diferente al de los coches normales, pero se eligió debido a su resistencia superior, el espacio adicional que ofrece dentro del vehículo... y la ventaja de que es a prueba de balas.
¿Alguna otra marca se planteó utilizar este material?
No, porque "no es de lo que están hechos los coches".
¿Pero quién lo dice?
Nadie.
Solo creencias establecidas.
Hacer esto -romper nuestros arraigados patrones de pensamiento- es extraordinariamente difícil y, por eso, Tesla tiene un gran mérito.
Han demostrado cuánto territorio inexplorado hay al otro lado de nuestras suposiciones.
Y ahora, mira tu producto, tu servicio. Da igual que vendas zapatos, tengas una academia online o dirijas Telefónica. Analiza los patrones de diseño, creación y propuesta de valor.
Y pregúntate: ¿por qué?
¿Por qué tiene que ser así? ¿Por qué se hizo así en primer lugar? ¿De quién ha sido la elección? ¿Es realmente necesario? ¿Y puede ser diferente?